No es que Google quiera ponerles las cosas difíciles a los dueños de páginas web, es que quiere ponérselas muy fáciles a sus usuarios. Al fin y al cabo, su labor es ofrecer buenas respuestas a las preguntas que les lanzamos. La mejor manera de mejorar el posicionamiento SEO en 2020 es darle a Google lo que su algoritmo busca. Algo más sencillo de decir que de hacer.

Quizá recuerdes que el pasado septiembre Google lanzó una actualización de su algoritmo que recibió un bien puñado de críticas. Los expertos se quejaron de que no introducía ningún cambio sustancial ni impactó demasiado en los resultados.

En noviembre de 2019, una nueva actualización de impacto local tuvo lugar y ahora, en enero de 2020, nos llega una tercera. Por supuesto, sin grandes dosis de información que la acompañen. Así que, para saber a qué atenernos en cuanto a posicionamiento SEO en 2020, toca echar mano de la experiencia y el sentido común.

Siempre teniendo en cuenta la advertencia que Google sí ha lanzado: la actualización se ha dirigido a mejorar los sistemas de evaluación de contenido. Así que no hay mucho que se pueda hacer para prevenir el impacto de la misma ni para recuperarse de él. Lo único sobre lo que tenemos algún control tras esta actualización es la mejora del contenido.

Google no ha cambiado su modo de buscar contenido, sino su modo de evaluarlo. Ahora presta más atención a la calidad y la originalidad. Si el plagio ya venía siendo penalizado, a partir de ahora lo será todavía más.

La primera trampa a evitar para que tu posicionamiento SEO en 2020 no sufra es la de la traducción. El traductor de Google cada vez es más eficiente, lo que quiere decir que el buscador cada vez tiene más herramientas para detectar el plagio entre diferentes idiomas. Si tu estrategia era traer contenido del inglés al español, plantéate cambiarla.

Trabaja con la intención de búsqueda del usuario. Cuando Google evalúa la calidad de un contenido no se fija únicamente en su valor académico. Para que tu posicionamiento SEO en 2020 no sufra, tienes que contestar a las preguntas de los usuarios.

Supongamos que alguien teclea la pregunta «¿Para qué sirve el metacrilato?». Si en tu web tienes un artículo original, completo, comprensible y profundo sobre qué es el metacrilato, cuál es su composición y quién lo inventó, pero explicas das ninguno de sus usos o los explicas de manera superficial, Google entenderá que es un artículo pobre para esa pregunta en concreto. Sin embargo, el mismo artículo posicionará bien, probablemente, para la pregunta «¿Qué es el metacrilato?».

En 2019 las búsquedas por voz comenzaron a ser tendencia y en 2020 se consolidan y esto afecta al modo en que debemos tratar nuestro contenido para mantener o mejorar nuestro posicionamiento.

Las personas no hablamos de la misma manera que escribimos. Las frases que les decimos a Alexa, a Siri o a Cortana son más largas y naturales que las que escribimos en la cajetilla de Google. Es poco probable que le digamos a nuestro asistente por voz: «Siri, Museo del Prado». Por el contrario, preguntaremos como lo haríamos en un punto de información: «Siri ¿A qué hora abre el Museo del Prado?».

Quizá no lo creas, pero las personas que conviven con un dispositivo tipo Alexa comienzan a relacionarse con él mediante órdenes, pero pronto pasan al modo conversacional, le piden las cosas por favor y le dan las gracias.

Así que, a la hora de aumentar la calidad de nuestro contenido, debemos cambiar nuestras búsquedas de palabras clave tradicionales o, por lo menos, añadir las palabras clave de búsqueda por voz; la evolución lógica de las long tail kewwords.

Por supuesto, el posicionamiento SEO en 2020 no requiere una ruptura con las buenas prácticas adquiridas en años anteriores. Que tu web sea responsive, que trabajes en tu autoridad como creador de contenido, cuidar la semántica y todo lo que ya funcionaba anteriormente debe seguir presente. Google nos olvida a adaptarnos como juncos, pero no quiere que nos quebremos. ¿Necesitas ayuda con tu SEO? Llámanos.